Hannah Burstein nació el 8 de enero de 1922 en Tarnow, Polonia. Tenía cuatro hermanos y una hermana. De su familia inmediata, sólo ella, su hermana y un hermano sobrevivieron el Holocausto. Cuando los nazis conquistaron Polonia en 1939, el vecindario donde vivía Hannah fue designado como un gueto. Como ella era joven y apta para trabajar, le daban cartillas de racionamiento para conseguir alimentos. A los niños y ancianos del gueto los obligaban a ocupar el sector de no trabajadores, donde morían de hambre.

En 1941, el gueto fue liquidado, y los que podían trabajar fueron transportados a los campos de trabajo. A Hannah y a su padre los llevaron a Krakow-Plaszow (el mismo campo de trabajo que proveía de trabajadores a la fábrica de Oskar Schindler). Hannah laboraba en una fábrica de uniformes, donde la obligaban a presenciar ahorcamientos y matanzas masivas de judíos con ametralladoras. Hannah también pudo ver cuando un camión se llevó a un grupo de niños, mientras por los altavoces se tocaba una canción de cuna.

En 1943, Hannah fue llevada en tren a Auschwitz. Cuando se abrieron las puertas de los vagones, la mitad de los prisioneros estaban ya muertos. Hannah se sintió horrorizada y abrumada por el hedor de los cuerpos quemados, mientras una orquesta tocaba valses delante de los crematorios. Pasó luego por el proceso de selección presidido por Josef Mengele. Le raparon la cabeza, y su brazo fue tatuado con un número de serie,  el cual permaneció visible durante el resto de su vida. En 1944, Hannah fue enviada a un campo de trabajo en Checoslovaquia, donde, en el día de Navidad, fue obligada, junto con otras 300 mujeres, a  observar, paradas en la nieve, mientras un oficial de la SS daba de comer a su perro, en tanto que ellas debían pasar hambre. Hannah fue liberada por el Ejército Soviético en mayo de 1945.

Cuando regresó a Polonia, Hannah descubrió que sus vecinos habían invadido su hogar y que ya no la querían allí. Poco después conoció a Paul Burstein y tuvieron un hijo. La comunidad judía de El Paso los ayudó a trasladarse a esta ciudad, donde tuvieron otros dos hijos. Hannah murió en 1995.