Benjamin Kandel, hijo de Sigi Kandel y Elka Hahn, nació el 2 de enero de 1915 en Lvov, Polonia. Su padre perdió la vida durante la Primera Guerra Mundial. Ben se mudó a Cracovia a la edad de 19 años para estudiar contabilidad. Cuando los nazis invadieron Polonia, su madre le rogó que se fuera, creyendo que los hombres jóvenes serían los primeros en caer víctimas de los invasores. Ben se fue caminando a Rusia, donde permaneció durante dos años, pero no le agradaba la vida allá bajo el régimen comunista. Con la ayuda de un soldado alemán, Ben se reunió con su familia en 1941. Él y su familia pudieron esconderse con una familia cristiana hasta que se les acabó el dinero que pagaban. Se vieron obligados entonces a cambiarse al gueto de Cracovia. A Ben lo mandaron a trabajar fuera del gueto, y un día, mientras él estaba en el trabajo, se llevaron a su mamá. A ella lo mataron en Plaszow en 1942. Ben tuvo que trabajar luego fabricando componentes para radio. Se unió a la clandestinidad judía pero fue llevado ante el comandante alemán y golpeado para sacarle información y por tratar de escapar. Le salvó la vida el dueño de la fábrica, que necesitaba de sus conocimientos y habilidades en el trabajo.

Posteriormente llevaron a Ben, en un vagón para ganado, a Mauthausen, donde nuevamente tuvo que realizar trabajos forzosos. Mientras los Aliados se aproximaban, a Ben lo enviaron a Ebensee. Cuando los comandantes nazis huyeron de las fuerzas aliadas, Ben y otros prisioneros robaron la panadería del campamento, y él logró llevarse dos panes. Ben fue liberado por el ejército americano en mayo de 1945.

Libre ya, Ben caminó a Alemania y se quedó en Munich. Se enteró de que su madre, su hermano y dos hermanas no habían sobrevivido. Le escribió a su tía en Estados Unidos, quien le ayudó a emigrar a este país. Ben encontró trabajo en una fábrica y más tarde como vendedor en El Paso, donde después logró abrir su propio negocio. Se casó tres veces y tuvo dos hijos.