Samuel Kessel nació en Lituania el 10 de marzo de 1922, el menor de cinco hijos. Su padre había muerto poco antes de que naciera Samuel.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Samuel tenía 17 años. Él y su familia fueron obligados a trasladarse a un gueto en su pueblo. Más adelante fueron deportados al campo de concentración de Stutthof. Un mes más tarde, fueron transportados en un vagón ferrocarrilero, sin alimentos ni agua, al campo de concentración en Dachau. Al llegar allí, les dieron sólo tallos de repollo para comer. A Samuel y su hermano los pusieron a trabajar como electricistas, por lo que se salvaron. Su madre, su hermana y su sobrina fueron asesinadas. Hacia el final de la guerra, Samuel y su hermano tuvieron que participar en una marcha de la muerte. La mañana del 2 de mayo de 1945, al despertar sobre la tierra, se dieron cuenta de que los guardias nazis habían desaparecido. Oyeron el ruidos de tanques que se acercaban. Era el ejército americano, que liberó a los prisioneros, les dio agua y comida, y los transportaron luego a un campamento militar para recibir atención médica.

Concluida la guerra, y después de quedarse por un tiempo en Europa, incluyendo las ciudades de Berlín y París, Samuel acabó por dirigirse a la Ciudad de México, donde vivía un primo suyo. Conoció a su futura esposa, Leah, y después de dirigir un negocio exitoso en San Diego se mudaron a El Paso en 2003, donde tienen una numerosa familia extendida.