Eric (Rosenzweig) Rosa nació el 18 de febrero de 1914 en Viena, Austria. Justo cuando empeoraban las condiciones para los judíos de Viena, Eric escapó por poco lo que hubiera sido una muerte segura. Un compatriota le advirtió que sería seleccionado por los nazis al día siguiente. Irónicamente, Eric se escondió en un vagón ferrocarrilero lleno de soldados nazis, rezando que no se fijarían en él.

Eric abandonó Europa para Sudamérica y, a la edad de poco más de veinte años, fue avanzando hacia el norte hasta llegar a Ciudad Juárez, Chihuahua, México, y aprendiendo español. Posteriormente logró entrar a los Estados Unidos, donde se alistó en el Ejército Estadouonidense para poder convertirse en ciudadano americano y aprender inglés.

En el ejército Eric fue herido y lo mandaron al Hospital William Beaumont de El Paso, donde conoció a Doris Baker, una enfermera militar oriunda de Oklahoma. Doris y Eric se casaron y tuvieron cinco hijas: Linda, Judith, Karen, Deborah y Darlene. La familia residía en el área de El Paso conocida como Kern Place.

El hermano y la hermana de Eric también pudieron escapar y sobrevivir. Su hermano se unió a la Marina Estadounidense. Su hermana emigró a Inglaterra, donde trabajó como empleada doméstica y se casó. Eric y sus hermanos intentaron en múltiples ocasiones sacar a sus padres de Austria, pero no tuvieron éxito. Aunque no se conocen los detalles precisos, es muy probable que sus padres se cuenten entre los millones de víctimas del Holocausto. A Eric le pesó enormemente esta pérdida durante el resto de su vida.

Eric falleció el 13 de noviembre de 2003. A pesar de sus experiencias, nunca flaqueó en su fe judía. En El Paso fue un pilar de la comunidad judía y sirvió con orgullo a la Congregación B’Nai Zion. Para su familia es también un héroe y un modelo a imitar, habiendo demostrado que el bien puede triunfar sobre cualquier mal.