Sigmund Weiser nació en 1908 en Kolomyja, Polonia. En la década de los años treinta, él y su esposa eran ciudadanos de Italia, donde ambos obtuvieron su doctorado en farmacia de la Universidad de Modena. Al principio, se sentían seguros ante el ascenso al poder de los nazis, pero en 1939, cuando regresaron a Polonia para asistir al funeral del padre de Eva, quedaron atrapados por la invasión nazi de Polonia. Gracias a contactos que tenían en Italia (entre ellos el Gran Duque, sobrino del rey Vittorio Emanuele) lograron escapar en el último tren de la Cruz Roja que salió de Polonia.
Se escondieron en Génova hasta que un informante avisó a la policía sobre su paradero. Fueron arrestados y enviados al campo de internamiento de Ferramonti Di Tarsia, cerca de Cosenza, en el sur de Italia, uno de los 15 campos de su tipo establecidos por Mussolini en 1940. El hecho de estar en el sur del país les salvó la vida, ya que Hitler exigió que los internados en el norte de Italia fueran enviados a los campos de exterminio en Polonia. Durante su tiempo en Ferramonti, Sigmund trabajó en la farmacia y Eva en el hospital de la prisión. El comandante sintió simpatía y respeto por Sigmund. Reconociendo que los Weiser serían más seguros en una prisión italiana, el comandante le dio un anillo y un salvoconducto a Sigmund para asegurar su seguridad en caso de que los aprehendieran los nazis.
Después de la liberación, Eva y Sigmund colaboraron activamente con la Haganá, consiguiendo barcos para llevar secretamente a los judíos a Palestina. Volvieron a ejercer su profesión como farmacéuticos y posteriormente se mudaron a El Paso para estar con los Rosen, primos de Sigmund. Sigmund obtuvo empleo en una de las tiendas al menudeo de los Rosen, y Eva se convirtió en ama de casa de tiempo completo. Eva falleció en El Paso el 12 de junio de 1992, y Sigmund murió el 16 de febrero de 1999.