De los 600 vecinos de la aldea de Meimbressen, Alemania, 70 eran judíos. Hoy en día se considera una comunidad perdida, puesto que no queda ni una sola familia judía. Lee Mason nació Leopold Juda, hijo único de Solomon y Berta Klee Juda. Los padres de Lee previeron las consecuencias inevitables de la subida al poder de Adolf Hitler. Cuando un vecino del pueblo que debía dinero al papá llegó a su casa vistiendo uniforme de la Gestapo y apuntándole una pistola, asegurándole que la deuda ya estaba paga, los Juda comprendieron que ya era tiempo de que abondaran Alemania. Lograron inmigrar a los Estados Unidos.
Lee Mason y Fred Vorenberg eran amigos de la infancia y crecieron juntos en Alemania. Los separó el Holocausto, pero se reencontraron diez años más tarde, por casualidad, en Hawai en 1944. Lee era miembro de la Fuerza Aérea Americana y Fred del Ejército Americano.
Después de la guerra, Lee conoció a Hilde Grunebaum y se casaron en 1946. La mamá de Lee no quería que sus nietos fueran víctimas del antisemitismo, y le convenció a Lee de que cambiara su apellido a Mason.
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